Empecé en Icthus como guía auxiliar cuando tenía 13 años porque era un poquito mayor para ser legionaria. Lo que más disfruté era que los niños con los que trabajaba eran casi de mi edad. Crecí, e Icthus fue parte de mi vida de una forma u otra.
Icthus me ayudó a desarrollar mis talentos y dones, porque pude ayudar en capacitaciones, dirigir juegos y campamentos, y ayudé a escribir y editar materiales para los programas. Una de las cosas más lindas que aprendí en Icthus fue el trabajo de equipo, y que soy tan importante como todos los demás miembros de mi equipo, por lo tanto debo poner atención a sus necesidades para que el equipo funcione adecuadamente, y hacer todas las cosas que se necesitan, no solamente las que son atractivas.
Aprendí mucho de la Biblia y de lo que Dios quiere para mí, aprendí a ser una sierva y ayudar a otros a encontrar dentro de sí el corazón de servicio que todos necesitamos tener para ser lo todo lo que Dios quiere que seamos. (Rebeca Arriaza, Guatemala, líder Icthus)